Soy Elizabeth y llevo más de treinta años criando y observando gatos. La mayor parte de mi vida he vivido en Europa, un lugar donde los gatos son muy respetados y casi todos los hogares tienen uno. De ahí un aprendizaje: un gato es parte de la familia, una pizca de positivismo cotidiano y el mejor amigo que podemos tener.
Al adoptar un nuevo miembro de la familia, no se satisface un capricho; se entrega una parte de uno mismo a cambio de recibir mucho cariño, amor y buena compañía. Antes de recibir una mascota en casa, nos sumergimos en una búsqueda de compatibilidad entre la familia y la mascota; una conexión extraordinaria donde la prioridad es el bienestar espiritual y físico de ambas partes. No olvides que los animales también sienten la negatividad o el amor que se les transmite.
En EskinKot Cattery criamos los gatitos sphynx con todo el amor que un hogar les puede proporcionar.
Un gato sphynx es una ligera brisa de afecto o un pequeño huracán de amor. Todo depende del momento, del día y de cuánto nos dejamos amar. Un gato sphynx siempre está dispuesto a ronronear, ser feliz y dar la felicidad desde el primer momento en que abrimos las puertas de nuestros hogares.